El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente está ultimando un Real Decreto para regular el cálculo, reducción y compensación de la huella de carbono en las empresas, que se espera sea aprobado antes de final de año.
La huella de carbono representa una medida para la contribución de las organizaciones a ser entidades socialmente responsables y un elemento más de concienciación para la asunción entre los ciudadanos de prácticas más sostenibles. A través de ella se cuantifica la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), medidas en emisiones de CO2 equivalente, que son liberadas a la atmósfera debido a actividades cotidianas o a la comercialización de un producto. Este análisis abarca todas las actividades de su ciclo de vida (desde la adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo) permitiendo a los consumidores y usuarios finales decidir qué productos adquiere en base a la contaminación generada como resultado de los procesos por los que ha pasado.
El objetivo que persigue el Real Decreto es que las empresas que deseen compensar su huella de carbono lo hagan a través de la adquisición de unidades de absorción de origen nacional. Se desprende, por lo tanto, el carácter voluntario que tendrá la norma.
Asimismo, se pondrá en marcha un registro nacional para que todas las empresas que calculen su huella de carbono puedan registrarla oficialmente. Este registro nacional incorporará proyectos que sirvan para compensar emisiones y estará a disposición de las empresas para que puedan compensar sus emisiones con proyectos dentro de España. Además, se destaca que aquellas inversiones ambientales que guarden relación se podrán deducir. Por último, se adelanta que la administración tendrá en cuenta el cálculo de la huella de carbono en los procesos de contratación pública.
El interés del Gobierno por impulsar esta normativa está relacionada con la eficiencia de las organizaciones. Calcular la huella de carbono permite ahorrar costes, además de una mayor competitividad para la empresa, especialmente en aquellos sectores en que más es valorado por parte del consumidor, así como en aquellos sectores más orientados a la exportación. Un buen ejemplo es el sector agroalimentario, que aglutina un importante porcentaje de las huellas de carbono calculadas hasta el momento.
Desde CTAIMA creemos que la lucha contra el cambio climático y el uso eficiente y sostenible de los recursos naturales, así como el fomento del ahorro, la eficiencia energética y las energías limpias, son claves para afrontar con éxito la transformación hacia una economía mundial más responsable y baja en carbono. Por este motivo, ponemos a su disposición todo nuestro equipo de profesionales que le guiarán en todo este proceso.
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